sábado, 10 de abril de 2010

COMO YO TE QUIERO

Te quiero,
sencillamente te quiero esta mañana
y espero nuestro encuentro en luna nueva.
Te quiero,
te quiero como yo te quiero,
como un amante supremo,
valeroso y cobarde,
olvidando todas las blasfemias
que hubieran salido alguna vez por mis labios.
Te quiero,
y cierro el puño de mi mano izquierda,
mientras con la derecha
escribo este verso,
en el que todos los recuerdos nos llaman a estar juntos,
a danzar en las arenas,
desnudos mirando las estrellas.
Te quiero,
porque sí,
por la luz de este sitio oscuro
que hay cuando te nombro
en esta celda encendida
hoy con tu presencia.
Como yo te quiero
te querrán los ángeles del cielo
que ambos conocemos,
y ningún dolor de esta tierra
tocará nuestros corazones
y nuestro amor será eterno.

Lucía Serrano

ANGEL MIO

A mi hijo Emiliano

Angel mío,
cristal de la noche,
encuentra:
sueños en las noches,
flores en las noches,
vientos en las noches.
Después,
apaga la luz
y acróbata del tiempo,
duerme.

Lucía Serrano

lunes, 5 de abril de 2010

POEMAS DEL GRUPO DE ESCRITURA TIGRE

GRUPO DE ESCRITURA TIGRE - COORDINADO POR LUCIA SERRANO

VIEJAS PROSTITUTAS CALLEJERAS

“no hay nada que hacer contra
la noche que nace”
Vicente Huidobro

Iluminado es este paisaje externo
donde viejas prostitutas callejeras
engendran un aire viciado que me satisface
y coinciden la tierra con el cielo
hasta llegar como un demonio al poema
y amar ese desplazamiento eterno.
Se alarga la vida por las calles
de esa mía ciudad,
carcajadas de las prostitutas
hacen latir sus corazones.
Días enteros bajo las palmeras
esperando el milagro,
donde la pasión vuelve
haciéndome sentir enamorada.
Sin ninguna pregunta me lleva de la mano,
y descanso en su cama.
Esos días, los elementos que componen la poesía
se esparcen por los aires y yo, sometido,
encuentro soluciones,
ascendiendo como pájaros borrachos.
No se vacían las calles en mi ciudad,
los gritos y aullidos despiertan
al deslumbrante palpitar de las horas
que van estremeciendo
los aislados pasos de cualquier transeúnte.
Escucho todos los silencios amordazados
por años lujuriosos
donde se hizo necesario callar
frente a los imbéciles que están de paso
por esas calles de esa mía ciudad.
El mundo interior no pareciera
tener paisaje,
sólo el poema aguarda sin sabiduría
y ejercita mientras dure el día
el hombre aquél
su pálida tentativa de salvación.
Pienso en gritarle ¡ey condenado!
las risas de las mujeres misteriosas
me hacen fácil la letra del poema,
me ausento en esa nave tumultuosa
y vuelvo a ser cualquiera.
¡Oh placer de la deriva!
te entretienen viejas prostitutas callejeras
mientras aguardas un bello amor,
remanso de las gotas de lluvia
a la vera del río,
amanecer, que por antiguo
no llegará jamás.
Mientras tanto los días pasan sin mí
y sin ellas.
Las piedras que deja la muerte en los caminos
no duele, y salvajes ritos
acompañan los próximos pasos
que bien sabemos, no van a ninguna parte,
La muerte vestida con honores
aguarda esa llegada.
¡Oh tiempo!
vertical madera dolorosa,
haciendo añicos los cristales.

Lucía Serrano


PALABRAS DEL VIENTO

Atraviesan la niebla
de este mediodía
palabras del viento.
La boca seca
pide desesperada
el rocío nocturno,
y un corazón
lleno de melancolía,
es el mío.
Ahogada sensación
de un bienestar
insatisfecho.
Se pierden las chispas
bajo el incendio cruel
de todos los desafíos,
y no alcanzan los faroles
para alumbrar los caminos.
Todas las palabras
son del viento,
y es ésta página blanca,
el aullido espectral,
del soberbio sinsentido
de la letra volando.
Música que sólo escuchan
mis oídos y nadie se da cuenta
que esa canción y su misterio
es nuestra única pertenencia
amor mío.

Lucía Serrano


SANGRE EN LA PIEL


Escribo con la sangre en la piel
disimulada entre tus gestos.
El amor, vacío en el que te encuentro
construye los motivos del destierro.

Lo que parece perdido
del ensueño,
son sombras, bordes del azar,
restos.

Perdona mi locura,
construcciones de las sombras
encontrando siempre,
tus reflejos.


Norberto Demarco


SU BOCA ARDÍA

Encuentro de amistad,
palabra antigua
facilitando imágenes.

Intercambio entre silencios
y prohibiciones.

Su boca ardía,
frente a mis ojos expectantes.

Sonrisa inocente
tu respuesta.
Encuentro sin equivocación.


Norberto Demarco


PALABRAS DE VIENTO

Niña reina de dos mundos,
atraía hacia su belleza y a los ocultos corales,
carceleros de su alma.

Llanto amargo diluido en las saladas aguas,
cerco protector de un goce preciso.
Dos mitades negando ser una,
repeliendo cualquier indicio de dulces aguas.

Amarrado al mástil, justo antes del ocaso,
su seductor canto de sirena conquisto mi alma.
Susurre a la brisa, vocifere en la tempestad,
amor, temor y pasión.

Conjugados de mil formas distintas,
dejaron de ser acomodados lugares,
para ser palabras de viento
antes las que desplegamos las velas
más allá de los arrecifes, hacia el mar abierto.


Ricardo Darío Guimaraynz


SOY EL QUE TE AMA

Tengo el alma en un dolor,
en mil silencios,
en tu ausencia.

Vuelo sobre los ideados perfectos.
Desgarrado por sus alas sangro,
caprichos, odio, venganza.


Plumas luminosas,
tamizan ese granel confuso.
Líneas negras,
medios y límites expuestos,
muestran mi esencia.

Soy el que te ama,
el que te busca en el desencuentro,
a la espera de que poses de nuevo en mi tu mirada.

Bella mariposa de la noche,
oruga espinada de la mañana,
todo volverá a ser posible,
te rescatare de tus temores,
sé que me amas.

Ricardo Darío Guimaraynz


PASAN LOS AÑOS


A mi padre y su gusto por los impermeables



Suena en el viejo televisor
la música de Casa Blanca.
mi padre inmóvil para siempre
inventa una mueca
que se acerca a lo que fue su risa.

Siempre quiso el impermeable de Humphrey Bogart
por eso mira una y otra vez Casa Blanca.
ahora ya no entiende bien
por que el pianista tocaba la canción
ni por que se escondía el dueño
allí donde nadie osara descansar o divertirse.

Tócala otra vez, dice Bogart
mi padre sonríe
y así, pasan los años…



Nora Cóliva



CASA DE MUÑECAS

Cabe en mi retina
la pequeña mano aferrada a mi dedo
pasan vertiginosas
las imágenes como sueños.

Todo trasciende a la casa de muñecas
Nora, vuelve para verlos:
las camas inmensas,
en los roperos murmurando, los recuerdos,
tres bolsas con sus nombres bordados de silencio
guardan el bochinche de otro tiempo.

Ibsen nunca imaginó que fuera cierto,
para contradecirlo, miles de madres/niñas
juegan, mientras pasa el tiempo.


Nora Cóliva


ENVENENADOS SONETOS



Discurrir entre versos,
anima la vida del poeta,
frágil bastión del que no calla.
Poderosa raigambre universal de los tiempos
encadenando sombras.
Nadie sabrá del aniquilado arte
que fluye entre tus venas
de linaje azul.
La vida se esparce como duendes díscolos
detrás de nadie y los caminos
se abren vigorosos
inundando las pobres consciencias mutiladas del hastío.
Deja que te cuente del haz de luz verde brillante
que alucinó nuestros días,
inquebrantable testigo de nuestra propia ceguera.
Encontrémonos a festejar,
fracaso de la perfección que nos condena.
Remaré para encontrarte entre tierras arrasadas,
olores fétidos del estiércol,
alumbrando con las esquirlas
de nuestros propios asesinos nuestros pasos.
El mundo, que no se detiene ante nada como el tiempo
saben que será imposible impedir nuestros deformados y
envenenados sonetos.




Jorge Montironi


LO ENCONTRÉ Y LO PERDÍ



Mágicos sentidos
labraron la tristeza,
espejismos del alma en los rincones.

Canciones de colores púrpura
arremetieron con atajos el dilema
de insípidos burlones.

Oh, bestias de lúgubre certeza
mandad lo que creáis pertinente
no miréis, lo que acontece en ciernes, ni sus sones.

Cuando el mundo os reclame,
diremos a coro que la pena
tiene en el arte sus propios arpegios y sus dones.



Jorge Montironi