sábado, 17 de diciembre de 2011

ES UNA APUESTA LA VIDA

(a mis amigos)

No dejes que me calle
aunque yo calle,
tú sabes bien
que no hubiese llegado
hasta ti, de no tener mensaje.

No dejes que me enrosquen
los tontos pasajeros de la lluvia,
resguardándose de sus gotas,
mientras yo me baño
con el agua que cae en mi cabeza.

No hay ruinas cuando llueve,
el agua hace correr
el mal congelado en los surcos,
pasos por donde anda el camino.

Una mansa deriva
para los soñadores aún despiertos,
apostando al naipe más alto de la vida,
que seguramente algún día saldrá.

Es una apuesta la vida.

A veces me parece no estar en ella,
y otras me duele el tiempo
por donde mi ser camina,
y me encuentra el alma en cada esquina,
y hago silencio para seguir viajando,
para no ser descubierto, y silbo.

Lucía Serrano

sábado, 15 de octubre de 2011

MADRE MIA QUE ESTAS EN UNA CARTA

Madre mìa que estàs en una carta
y un regaño antiguo que no encuentro,
quèdate para siempre aquì en el centro
de la rosa total que no se aparta.

Madre mìa que estàs tan lejos, harta
de la nieve y la bruma, espera que entro
a ponerte a vivir con sol dentro,
madre mìa que estàs en una carta.

Puedes darle al misterio alguna cita,
convenir con las sombras hechiceras,
puedes ser una piedra que se quita

o secarte ahora mismo las ojeras;
pero acuèrdate, madre , de tu hijita
¡ No te atrevas a todo, no te mueras!

Carilda Oliver Labra

jueves, 6 de octubre de 2011

S A B E R

El poema nada en un viento y brilla.
No sabe quien es hasta
que lo arrastran aquí, donde
seguramente morirá
a la intemperie de las bestias.
Me gustaría entender a las bestias
para entender mi bestia. La
realidad hace gemir con jadeos de animal.
¿Qué gracia fue ganada en su respiración?
Ninguna que no fuera perdida.
Abajo de lo suave crepita la sospecha.
En estas manos.

Juan Gelman

miércoles, 21 de septiembre de 2011

POEMAS DEL GRUPO TIGRE PARA MADRID

CONCIERTO FINAL

Comprometo a tus labios
mojados por mis besos,
a no ser eternos,
a escribir nuestra historia
en papeles blancos
que no borra el tiempo.
Sacian mi sed
sirenas que visitan
la noche,
arrebatadas presencias
que nombran tu nombre,
esa real ausencia,
esa inexistencia.
Aplaudo a solas
el concierto final
que no nos pertenece.

Lucía Serrano



BESO EL HORIZONTE

Llevo el mar en mi pecho,
no hay estrellas
sobre mi cabeza.
Beso el horizonte
lejano siempre
y a su vez
tan cerca de mis manos.
Nazco suspendida
en el aire viciado
que tienen los veranos,
detengo el rumor
del tiempo
en márgenes abiertas,
donde nadie vuelve,
y se agranda
vital este silencio.

Lucía Serrano



UN SUEÑO MARAVILLOSO

Entre reflejos de imágenes me perdía
mientras el sueño continuaba el viaje.
Ella es la alucinada mirada
donde todo es verdad ante mis ojos.
Despertar del recuerdo que se escribe en el poema.
Un sueño maravilloso,
mujer,
que en encuentros deformados
apareces clara e iluminada.
Reposo de mi ser,
escenario de otras vidas.
Diálogos con otros desconocidos
punto ciego.


Norberto Demarco





EN EL SOHO

Nueva York,
sur de Manhattan.
Motos alocadas, grupos de muchachos
con pañuelos en la cabeza,
camperas negras,
vaqueros gastados.
Una guía turística advierte, no fotografiar,
mientras el ómnibus esboza su mirada
de incautos curiosos sobre los motoqueros.
Riesgos impensados,
sensibles al deseo.
El grupo parece tranquilo,
sentado en la vereda,
escalera de un departamento hacia la nada.
Mientras las miradas se cruzan,
arte de una foto imposible,
nos develan la intriga en aciagos encuentros
de la imaginación.

Norberto Demarco

UN PASO

Para cruzar el abismo,
un puente extenso,
aparentemente infinito;
un paso
sobre alas o rocas,
sobre el vacío,
la flor o las lágrimas.
Cada intención,
una arborización,
cada pisada una senda,
cada camino el caminante.
La detención; la muerte.

Ricardo Guimaraynz







PRÍNCIPE

Enamorado
la soñó princesa,
bella, humana.

Risas puras al aire,
a la materia inerte,
a una muñeca más;
bajo el sol y las nada.

Vueltas y vueltas,
ilusión de destino.
Vestido de príncipe,
reeditó mil mandatos.

Desnudo,
ante los espejos del mundo,
sucumbió la otra farsa;
simple un bufón de piel camuflada.

Ricardo Guimaraynz

SORTILEGIO PASAJERO

Fue la mesa
navideña y la
hora del encuentro.
Tu roce sobre mí,
tu perfume,
las bellezas suaves
de tu escote,
sembraron de sortilegios
la noche, ya por sí
cargada de presagios.

Edgardo D’Alvia









BESTIAS AL AVERNO

Aquí a la vuelta
del olvido, está
la bestia,
atenta para abalanzarse.
Salida del submundo
desgarrando las carnes
suaves del amor
como si nada
pudiera detenerla,
salvo nuestro
ímprobo esfuerzo.
Sin descuido, con la
mente limpia,
el corazón abierto,
remitiendo la deuda,
amando siempre
generosamente, así
tal vez, la enterraremos
para siempre.

Edgardo D’Alvia
VIENTO NORTE

Arremolinaba la calle,
y un jardín de calas.

Despejaba las hojas
de un otoño
parecido.

En el zaguán ya nadie
tocará serenatas.

Una niña llora...
por el viento norte
o por nada!!!

Nora Cóliva





HARTA DE CARICIAS

Es que su piel despeñaba las brisas, en
silencios que coreaban sones.

Los árboles comadreaban las estrellas,
silbando alguna cita de tambores.
tanto de tanto,
fue
que fue imposible.

Tanto de tanto que :
harta de caricias,
intentó el amor.

Nora Cóliva






HERIDAS EN EL ALMA


Lento es el andar
por el camino ríspido.

Piedras y espinas
lastiman el cuerpo.

Marcan, los desencuentros
las palabras sin decir.

Vuelo rasante
sobre la llanura tibia
sanando
las heridas en el alma.

Graciela Jara





EL SOL QUE NO VEREMOS

El sol que no veremos
juega a las escondidas.

Frente a la ventana
abrazados
dejamos que la atraviese
la gris mañana.

Lo buscamos

Hoy, se niega a ser visto


Graciela Jara















DISTRAÍDOS TRANSEUNTES

Signos indefinidos
de un mundo silencioso,
aturden el bramar
del mar entre las sombras.
Miradas ausentes,
esconden latir incesante,
mundo circulando,
infinito deseo mudo.
Sórdidos arpegios del sinsentido
derrumbando milagros torpes
encienden la antorcha,
sin llamas, sin lamentos, sin ti,
mientras distraídos transeúntes
opacan la luz,
brazos sin alas,
donde el vuelo
se hace imposible
frente a la mirada atónita de las fieras.


Jorge Montironi


INEXPLORADO CAMINO

Inexplorado camino
de quien teniendo que partir,
espera con ataviado sigilo
bestias acechando
turbulentas aguas
destino de lo incierto.
Esqueletos vivientes
caen en mil pedazos
absorbiendo la espera.
Un inhumano eco,
lamento de dioses
creado por incrédulos bufones
estallan en mil pedazos,
resonando a lo lejos,
ante la insondable vigilia del mar
que en rítmico balanceo
oculta el fin de los tiempos.


Jorge Montironi

jueves, 15 de septiembre de 2011

V E N D R Á

Tengo miedo…
No sé… ¿que va a pasar? (ese tono tembloroso, solo permitió que apretara un poco más su mano y compartimos el silencio)
Esas fueron las últimas palabras que me atrevo a recordar que escuche de sus labios.
Cabeza rapada, su rostro hinchado sin opacar su azul mirada.
No sé... El medicamentoso olor, el repugnante aroma de la asepsia, del horror, el perfume de la muerte cubriendo todo vestigio de la esencia de esa vida amada.
La bruma del dolor era endulzada con escenas de la infancia compartida y grageas de bellos instantes. Un nudo hecho con las fibras del alma, un pasillo, un estar, un insistente mandato de ser fuerte, de contener, de ayudar; mientras la piadosa muerte cortaba un padecimiento, mil retoños de él nacían.
Un tono gris; blanco y negro, batido de alas. Padecimiento, alivio y compasión, millar de recuerdos y la sensación de ningún futuro, la creencia de ningún futuro. La ilusión de algún futuro, la ilusión que es en sí el futuro.
¿Qué va a pasar? No sé… Tengo miedo…La muerte se ha mostrado, siempre estuvo y yo, no sé…Solo una certeza y una esperanza; vendrá y me encontrara realmente vivo.


Ricardo Guimaraynz

viernes, 19 de agosto de 2011

POEMAS PARA MADRID DEL GRUPO DE ESCRITURA TIGRE

LA SANGRE QUE FALTABA

Con los ojos de la niñez,
ignoro qué fuego hay también en el cielo.
Encuentro en la monotonía de un amor pequeño,
la anatomía de un animal salvaje,
enfurecido por la nebulosa locura
que hay en los encierros.

Ni tú, ni yo, ni él, escalamos
indecisos los rincones del tedio,
que tiene un alma solitaria,
y oculta toda furia, cayendo
en sus mejillas con máscaras.

No reconozco que el amor fue
la clínica donde castraban
a los niños recién nacidos,
para que no sea posible ver
crecer el oro en las espigas,
y las señales buscaban en las venas,
la sangre que faltaba.

Lucía Serrano


SIN CIELO

Milagrosa flor de otoño
que nació en primavera,
fresca como el silencio,
adormecida como el tiempo.

Extraños pensamientos
todos del dolor,
un mundo frágil e incierto
para vivir sin nadie.

Sombras todas de los sueños
y rostros pálidos
ruedan y caen
directo al precipicio,
sin cielo.

Lucía Serrano


AÚN LO AMO


Vivencia sensible y súbita
trayecto del amor.

Cuerpos atemorizados,
juntos descubrieron la pasión.

Compartir la ambigüedad de los deseos,
un desafío, casi un dolor.

En nuestras márgenes,
aprendimos del ímpetu del amor.

Es por eso que aún te amo,
para siempre, sin temor.

Norberto Demarco


LA MUERTE


Ella es el silencio.
Escritura antigua de sangre y lamentos.
Nacemos de una muerte que ama.
Aprendimos sus rodeos.

Futuro del ocaso,
salvado por la memoria,
creación artística,
palabra que nunca muere.


Norberto Demarco


AÑORANDO AMOR

Mordí corazón,
todo era tristeza,
sabor amargo;
oscuro.

Así pude andar,
invisible,
sintiendo nada.
Desaparecí.

Entumecidas manos,
lejos el teclado,
ajeno a las plumas,
al vuelo, a la vida.

Camuflado para la ocasión,
transeúnte entre cuerpos,
añorando amor.

Ricardo Guimaraynz

EL CÍRCULO

En la tranquera de la vida
el que entra, solo tiene
que tirar para adelante
como pueda, hasta que
el resuello nos permita
disfrutar los pequeños
placeres y soportar el resto.
Hay final anunciado
piadoso, incomprensible,
sin retorno.
El Maestro nos protege
y allá vamos todos,
mortales insignes o
de los otros,
hacia el mismísimo
pináculo de la nada.

Edgardo D´Alvia




ESTRELLA DEL ASFALTO

Los caminos, pueden
a su modo
serpentear,
ondearse levemente
formar la rectas más perfectas.

Consiguen, sin proponérselo,
llegar a alguna parte
o a ninguna…
paradoja del ir, del irse.

Logran, aún en tramos pequeños,
certezas de llegada, de partida
o de final incierto.

Más...
nada vela a la estrella del asfalto,
que empeñada en iluminar alguna senda,
brilla necia,
para que otros se pierdan.

Motivo por el cual,
la esquivo sistemáticamente
no vaya a ser que tanta luz,
me ciegue,
o me pierda para siempre.

Nora Cóliva




PARA NO MORIR

Me levanté y...
al apuro del mate en las mañanas,
le agregué regar las plantas,
lavarme el pelo,
ordenar los documentos.

Ordené en mi cabeza el sábado
el domingo y la semana,
anticipé apuros
cansancios y los ruegos

Me vestí de blanco, de negro,
de naranja,
recordé el chal rosa pálido
en mi cuello.

Imágenes que acompañan,
lo necesario
para no morir.

Nora Cóliva
PARA NO MORIR

Para no morir,
ansío desprender la tristeza,
disfruto de la ducha matinal
de la pureza del agua
me alienta el canto del pájaro vecino
la voz de mi madre por teléfono
con su tierna locura.

Para no morir
huelo
el perfume del jazmín en el jardín
las rosas, el romero, la lavanda.

Para no morir
miro
la trepadora del muro
avanzando sin permiso alguno
el azul del cielo
el verdor en los árboles
entre las sonrisas de mis hijos.

Para no morir
comparto
una charla con una amiga
un viaje al Tigre
el calor del sol.

Para no morir
pienso
siento
lo mucho que me dio la vida
lo poco que necesito para ser feliz.

Graciela Jara


ARRASTRANDO IMPUREZAS

Gotas de agua
apresuran su caída
arrastrando impurezas.

Caen una a una
se deforman
se buscan
se encuentran en silencio.

Con disimulo se agrupan
formando un hilo de agua
que unido a otro y otro más
se mueven lentamente,
con perseverancia
hacia la inmensidad del mar.

Donde esperan
con infinita paciencia
ser elevadas nuevamente
para volver a caer.

Y así
una y otra vez
cumplir con su destino
el de arrastrar impurezas.

Graciela Jara


¿QUÉ GENIOS TE INSPIRARON?

Fueron las almas apenadas, por tristes campanarios.
Las luces ciegas del olvido.
Los ríos eternos degradados.
Sombras de un destino arrebatado.
Caminos sinuosos del silencio.
Fueron las masacres inútiles de hermanos,
el intento de perpetrar sentido.
Fueron manos, que te tocan y te besan
y te escriben en sueños donde no hay peligros gracias al amor.
Fueron, esos genios que iluminan los pantanos,
bravío mar del desconsuelo de las guerras.
Fueron, la negrura blanca del núcleo de tus ojos ambarinos,
el sol, la luna y las estrellas.
Y tu voz, tu voz, que entre susurros,
siempre derramó la luz exacta de un destino alucinado.


Jorge Montironi



LA MUERTE, UN ESPECTÁCULO ÚNICO


Destino indescriptible
de un sol que se apaga
al ritmo de toda estrella.
El fin de los caminos
devela un espectáculo único.
Rincón desconsolado,
un alma inquieta
entre sombras.
Refugio de una distracción
que a lo lejos encierra
la incertidumbre de los vivos.
Pétreo desliz del caminante,
aguardando las vidas del futuro.
Imagino un sinfín
de espíritus alocados
por el encuentro eterno.
Mezcla de saberes y ensueños
empapados de algarabía
del volver a vernos.
Allí en la tierra
éramos tan felices,
que nunca quisimos separarnos.
El amor se pareció, entonces
a la muerte,
nos unió para siempre.


Jorge Montironi




miércoles, 8 de junio de 2011

POEMAS DEL GRUPO DE ESCRITURA TIGRE

SOLEDADES DE LOS MORIBUNDOS

Inolvidable existencia te lanzas sobre mí
y el ritmo acelerado de cada pulsación insiste.
La maldad de un corazón arrepentido,
me promete conseguir lo perdido
Este dolor eterniza las sombras,
que empobrecen olvidos miserables
para perder los sueños de una lengua invisible.
Alteradas emociones de un corazón ausente
Soledades de los moribundos amenazan las horas del misterio
y te veo llegar enloquecido, al límite infinito del destierro.

Lucía Serrano


VIAJA CONTIGO

La música nunca había sido tan personal.
Después de los sonidos me quedé dormida,
desmayada en las manos de alguna letanía.
Eran las estrellas brillando sobre mis sueños,
las que imaginaron un romance perdido.
Humilde quisiera ser para amar mis amores
y soberbia para pertenecerles.
Navego entre mis propias palabras.
Yo misma soy el amor, el amante y el amado.
¿Cómo entregar al azar tanto sueño?
Vaguedad, ilumina mis amores.
Ambiciono un tiempo sin lágrimas.
Soñad que el mundo cambia.
Hombres y mujeres de todo el universo cambian
y tú ni siquiera te has encontrado en el camino del amor,
con las quejas necesarias.
Parte a encontrar lo que anhelas, existe, sólo necesita de ti.
¿y tú dónde estuviste sin verte, en estos tiempos que te desconocieron?
Ven vuelve, hay un lugar para ti. No renuncies. Viaja contigo
Lucía Serrano





























OTROS HOMBRES


Trafico sensaciones
en el clima del transcurrir,
marcas del silencio.
Sin tiempo, la vida muestra
el paso circular de los anhelos.
Exégesis de un mundo
en versión imposible.
Tu amor trocando los corazones
aviva las pupilas de los ciegos.
Ilusiones flotando en el lejano cosmos
denotan un viejo esplendor,
aire de un viento que ha robado.
Milagro de otros hombres
transmitiendo la escritura.

Norberto Demarco
















AUNQUE ANOCHEZCA

Trabajo duro y compartido
hacia el porvenir.

Vida compleja,
en cada minuto un viaje de deseos.

Energía de sueños,
sudor de nuestros cuerpos.

Que nuestras voces no se apaguen nunca,
aunque anochezca.

Norberto Demarco




AUNQUE ANOCHEZCA



Se sentirá tu sonrisa
la fragancia de tu piel
la emoción de tu voz
tu infinita confianza
la blandura del alma
la sensibilidad de artista
aunque brille tu ausencia
aunque anochezca.



Edgardo D´Alvia


































TRISTE JUGUETE


El fiel a sí mismo
es víctima posible,
como Isaac ante
Yahvé impiadoso
cuando la llegada del ángel
que detuvo el sacrificio.

Fidelidad al sendero
aunque anochezca,
aunque el diluvio.
Que mala muerte sería
traicionarnos, llorando
culpas por haber sido
sin fe, ni convicción,
sonriendo siempre.

Ser solo un triste juguete,
veleta al viento
esperando la llegada
de la tentación en el
valle de los quejidos,
al son de los tambores crueles
que empañan la luz
iridiscente de la fidelidad.



Edgardo D´Alvia


















AUNQUE ANOCHEZCA

Era como cada día,
como siempre,
desmemoria el tiempo algunos recuerdos.

Era para no ir,
detrás de cada encuentro.

La mirada eternamente descompuesta,
huecas las voces desiertas

Fui con la ilusión
de atenuar tanto delirio,
ficción imposible de una vida entera.

Así era...

Por eso me desterré
de un solo golpe
Me ahijé de otros
emprendí mi propia siembra.

Huérfana de
saberlos tan distantes.

Y sin embargo
como un vuelto de la vida,
desvelo abrazos empalabrados
caricias de sonrisas , quimeras..
Sabios los maestros que alumbran el alma,
aunque anochezca.



Nora Cóliva












ESPLENDOR DE SUS OJOS


Por demás de abierta y asombrada,
Inundaba el infinito
recorría los laberintos
casi a ciegas, su mirada.

Jugueteaban desparejos sus ojos,
insistiendo lo torpe y lo mordaz
de escaparate viejo
y sin embargo no era nada de eso.

Sus ojos imitaba todo en el espejo,
se cerraban, como para siempre
sin hacerlo.

Se abrían de picaporte
de silencio
de cerrojo
y de azul cielo.


Desde el rincón del patio
apura el paso que recién se afirma,
¡corre y corre corre!
cabe un mundo
en el esplendor de sus ojos,
en encastre perfecto



Nora Cóliva


































ADIÓS BELLO DESORDEN

De las paredes del cuarto
cuelga el ayer desordenado.

Zigzaguea entre los libros.

Suena entre las sábanas crujientes
de sueños incumplidos.

Doliente

Bello desorden que puja
destinos imprecisos.

Digo adiós
al desorden compañero de la herida
adiós a la herida que parió tanto desorden.

Graciela Jara



COMO LA LLUVIA

La lluvia
con su simpleza y calma
aquieta la oscura tormenta.

Las lágrimas
como la lluvia
intranquilizan, molestan,
una vez liberadas
lágrimas benditas
aclaran tempestades internas.

¡Ojalá! Las lágrimas
como la lluvia
rocen suavemente las hojas acaloradas
humedezcan la arena
recuperen el esplendor de los colores.

Las lágrimas
Como la lluvia.

Graciela Jara
TROCANDO CORAZONES




Alegrías resonantes de ineptos burlones
acuden en silencio hacia abismos sigilosos,
pasos envueltos en derramadas guerras.
Resistir el desencanto de no verte es un plan
que alucina todos mis días por venir.
El cielo y sus horizontes
son nuestro techo de alegrías,
la tierra nuestro enigma sagrado de pasiones.
Trocando corazones
avanzamos hacia mágicos senderos del amor.
Singulares laberintos de deseos
ampliaron el ignoto designio de un río
que navega sin ninguna calma
lechos que construimos juntos.
Nada puede contra nosotros amor,
todo está escrito para proteger los anhelos nobles
del poema que mancha la página blanca para ti.
Lirios que alucinan con sus movimientos
pasos del tiempo inconcluso
adornan el jardín de nuestros sueños.
La vida se arraiga sin que nadie se de cuenta
y los pájaros sueñan con el alucinado vuelo
de sus alas perdidas por el desencanto
de no encontrar el sol brillando a sus espaldas.
Quisiera verte soñar lo imposible
y hacer de ello el futuro raudal
en miles de vidas que no viviremos.
Esta marca tiene el temple
que hace escuchar nuestras voces alocadas
en los torbellinos infinitos
de pasos inciertos que no daremos.
Nosotros amor haremos el poema y él nuestro futuro en la tierra.



Jorge Montironi




























TÚ Y YO



Somos el elixir de lo nuevo,
desmesurado laberinto del deseo.
Página cristalina del amor,
lo irreprochable del goce infinito.
Paradigma de los enamorados
un continuo que de a ratos
se recuesta en las alforjas de la luz,
iluminando con fresco resplandor
interrogantes del destino.
Desafío a la incredulidad
de bufones que creen saber del por qué.
Tú y yo maestros de la incertidumbre,
la juventud y la noche,
tuvimos que usar todos los disfraces
para que las pobres consciencias
no se horrorizaran.
Un plan perfecto.




Jorge Montironi

miércoles, 27 de abril de 2011

lunes, 25 de abril de 2011

POEMAS DEL GRUPO DE ESCRITURA

NAVEGO

Navego,
honda dicha acabándose
en la llegada.
bordes aislados,
amargo tramo bajo el sol,
marcha inversa al aire.
Suelto una lágrima apenas,
y es corto el llanto.
No puedo quedarme aquí.
muerte que no descansas,
lunática te abres,
subes y bajas
de las superficies.
Muerte, traga tu saliva
y esconde al ser
en los parques.
Esta hoja blanca,
es mi mano derecha,
rumbo visible
marcando la garganta.
Repetida incógnita,
rígida,
gestos de agua en pedazos

Lucía Serrano










































DESCONSOLADAS LÁGRIMAS

Palpitaba en el fondo
demente de la noche,
la lujuria de haberse equivocado,
de volar en los alrededores
de la luna,
un cuerpo sin excusas.
Provocaba al olvido
con delicadas máscaras
construidas al comenzar
los otoños
y se sentaba bajo el sauce,
para que alguien llorara
en las mañanas.
Detrás del telón,
se arrastraban
desconsoladas lágrimas,
Ídolos celestes,
bajo el escenario
que construyó en silencio
la irrefutable sombra iluminada.
Lucía Serrano
HABLÁBAMOS DE SEXO


Viaje hacia mundos extraños,
nos permitía acercarnos.
Silencios extraviados, risas.
Atención puesta
en el decir de los cuerpos.
Hablábamos de sexo
en el sendero hacia el poema.
Fue nuestro primer cuento incalculable,
atravesando nuestra propia censura.
Estética del nombrar la vida.
Norberto Demarco




















EL PATIO OLVIDADO


Recuerdo de recuerdos
insisten en el patio olvidado.
Allí ocupa varias horas una anciana,
mirando la vid colgada en el alambre
entre las paredes al sol.
Un balde de ropa blanca impecable.
Vapores, olores de generación en generación,
imagen de ella misma, entre las mujeres sentadas
en las orillas del río.
A merced de la guerra,
diversos lenguajes
intercambian miradas.
Hoy otra vez, un hombre se sienta
en uno de los sillones metálicos del patio,
sensible también de recuerdos.
Hasta que un día, uno de esos hombres, escribe.
Todo vuelve a comenzar diferente entre las letras,
narran, discuten, callan, reflexionan,
revolucionan el viejo mundo.
Escribiendo, el poeta desea un patio
donde se transmitan dolores y alegrías.
Restos de la lejanía.

Norberto Demarco









LOS PASOS DEL SILENCIO



Transite unos pasos,
para no tirar la ventana
por la historia;
un decir siempre intencionado.

Sin discriminar ningún sonido
encontré mis huellas
en los pasos del silencio.

Ricardo Guimaraynz




































HABLÁBAMOS DE SEXO



Mientras sostenía apretada con mi mano su nalga,
en ese intento de hacerme y sostenerme en el mundo,
surgía esa ingenua inocencia de darle una flor;
algo que la anclara a la vida.

Entre tintos éramos y bailábamos.
Asumida trola cobarde e inteligente,
hábil sobreviviente, simplemente
hablábamos de sexo.

Mil diálogos esquivos,
mientras la dialéctica de nuestros cuerpos
desbordaba hacia el alma.

Creamos en palabras,
la ocasión,
el silencio adecuado
para la huida necesaria.

Hablábamos de sexo,
acallábamos nuestras almas.

Ricardo Guimaraynz























PLEGARIA PARA LOS SUEÑOS



Que los dioses del sueño
convoquen la quietud,
que la flojedad del músculo
dormido retraiga la emoción,
que tus sueños sean sedosos
levitando sobre un estanque
de nenúfares,
que la sutil trama de la noche
distancie las angustias,
que la dulzura sea tu premio
en el regazo tibio de la cama.

Edgardo D’Alvia

































FOTOGRAFÍA DE UNA BODA



En la tarde entre los bullicios
de los nietos y biznietos,
aparece la foto de los abuelos,
ella con su pelo lavado
contra el rostro,
el vestido blanco bordado,
el ramo de flores,
la mirada lánguida, perdida.
El de pie, con frac,
igual de formal,
sin una sonrisa.

La boda de los abuelos
tan distante y tan cercana,
proyectando sobre los presentes
entre suspiros y nostalgias
los recuerdos entramados de miedos
y ternuras, de esperanzas
y desazones, abroquelados
en almenas olvidadas.

Hoy, una foto amarillea
arrinconada en la vitrina
traccionando la memoria
hacia el pasado de sus vidas.
El vaso de la existencia bebido a sorbos,
metabolizado despacio,
desapareciendo definitivamente
a través de las generaciones que ellos
mismos forjaron, cabalgando sobre
sus genes maravillosos.



Edgardo D’Alvia











UNA HOJA EN EL TIEMPO



Mil páginas se agolpan
y una más.
Nada escapa a los eventos necesarios,
todo lo dicho o por decir
declama en la tarima
de las estaciones, cuando
se esconden verdades
en los escapularios.

No es que los paisajes
se alternen,
o compitan.

No es la intermitencia que asombra,
ni el devenir ,
constante como olas.

Es lo que quiebra
y que zozobra,
lo que vela y devela
el saber de buena tinta,
una hoja en el tiempo,
acertar desde el centro,
solo eso.


Nora Cóliva
















HABLÁBAMOS DE SEXO

Golpea en mi pecho
ese corazón que ya no quiere
ni cardos
ni apuros
ni acertijos.

Cuando vuelva
te ayudo con la planta
la que casi se seca en el balcón izquierdo

Iba a pedírtelo, dijiste
y dimos por terminada
la discusión


Es un corazón, ¿sabes?
que a recorrido a saltos el camino.

Es un pobre corazón
que hace tan poco
palpita
si sonrío.

Y en laberíntico ademán
me acerco un poco,
siento lejos tu piel
y tiemblo el frío.


“Prefiero , digo ,
cuando hablábamos de sexo”
Nora Cóliva
UNA VEZ LA VIDA



Una vez la vida te encuentra
entre bálsamos refrescantes
ignorando lejanías de ti mismo.
Discurre entre chispeantes conversaciones
y nostálgicos sonidos.
Acordeones,
arpegios combinados de palabras
acuden desde el futuro.
Los lirios se mecen al ritmo del encuentro,
el sol planea su partida y nadie le cree.
en la escalinata abierta de versos alienados.
No girará la cabeza para mirar la destrucción,
embellecerá los jardines del infierno
sin ninguna esperanza e inocencia.
Escribirán sus versos una nueva manera de vivir.



Jorge Montironi























HABLÁBAMOS DE SEXO



Casualidad, confusión, nervios, gusto,
nosotros siempre hablábamos de sexo.
Irremediable relación, relación sexual.
Todos juntos. Una orgía.
Entramos o salimos, con y de nuestros órganos sexuales.
Todos eran órganos sexuales. Agujeros, bordes y penínsulas.
Todas eran palabras. Suburbios del decir.
No podíamos. Impotencia.
Podíamos. Garchar.
Risas por doquier, entró.
Nosotros éramos felices hablando de sexo.
Las rías, se enredaban en nuestros cuerpos salobres.
El camino siempre era corto entre amigos.
Remábamos cual deportistas especializados.
Siempre curábamos algún que otro desvarío.
Descubrimos una sexualidad posible,
burlamos el seguro desencuentro.
Alquimistas de la palabra,
atentábamos contra cualquier indiferencia.
Amábamos los festejos y reíamos por nada.
Invitábamos a la tristeza sólo para animarla.
Nuestro refugio era el encuentro.
Con toda la picardía y sin ninguna inocencia
nosotros siempre hablábamos de sexo.



Jorge Montironi

GRUPO DE ESCRITURA TIGRE

GRUPO DE ESCRITURA TIGRE

lunes, 11 de abril de 2011

LIMITES - JUAN GELMAN

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí la sed,
hasta aquí el agua?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el aire,
hasta aquí el fuego?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el amor,
hasta aquí el odio?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el hombre,
hasta aquí no?

Sólo la esperanza tiene las rodillas nítidas.
Sangran.

lunes, 4 de abril de 2011

MARIO TREJO

El Combate verbal
UNA FABULA

La poesía corre siempre el riesgo de comete incesto
con la magia y la religión. Cuando la trasgresión se
consuma, se convierte entonces en una poesía esotérica,
un rito de iniciación en el cual las palabras son a la
vez velo y vestíbulo de una verdad que está más allá,
en otra parte que no conocen las palabras. El acto de
crear, el momento mismo de la creación es, en estos
casos, la experiencia más cercana a la mística, que es,
por definición, no verbal.

Puede argumentarse que una poesía que solicita el
conocimiento de claves ocultas o de guiños culturales
es hermética. Para que la ostra vuelva a abrirse y permita
la esperanza de una perla es necesario, entonces,
creer. Creer en la experiencia literaria. ¿Qué quiere
decir, en este caso, creer? Sospecho, con temor y duda,
que cuando las palabras no nos remiten a un código familiar
y domesticado debemos leer en ellas los nombres de un
planeta desconocido, nombres para llamar a seres animales
y vegetales surgidos tal vez del silicio y no del carbono,
piedras desmesuradamente, a pequeñas para imaginar
su peso atroz, rocas ásperas a la vista y dulcemente
verdes al tacto, colores que el arco iris olvido.

Hay un modo único, engendrador, de experimentar
toda poesía, gota que oigo caer, veo caer, digo caer.
Se trata de luchar duramente con su lenguaje. Si al
cabo del combate uno no puede narrarlo con otras
palabras y otros gestos, si sentimos que ya no somos
el mismo de antes, que algo ha cambiado en nosotros
(no importa, si creencias, sentimientos o actitudes),
entonces quiere decir que la poesía ha tenido lugar,
que ocupa ya su lugar dentro de nuestra mente y de
nuestro cuerpo.
La ostra se ha abierto. Dentro de nosotros brilla
una perla.


Mario Trejo

jueves, 27 de enero de 2011