sábado, 17 de diciembre de 2011

ES UNA APUESTA LA VIDA

(a mis amigos)

No dejes que me calle
aunque yo calle,
tú sabes bien
que no hubiese llegado
hasta ti, de no tener mensaje.

No dejes que me enrosquen
los tontos pasajeros de la lluvia,
resguardándose de sus gotas,
mientras yo me baño
con el agua que cae en mi cabeza.

No hay ruinas cuando llueve,
el agua hace correr
el mal congelado en los surcos,
pasos por donde anda el camino.

Una mansa deriva
para los soñadores aún despiertos,
apostando al naipe más alto de la vida,
que seguramente algún día saldrá.

Es una apuesta la vida.

A veces me parece no estar en ella,
y otras me duele el tiempo
por donde mi ser camina,
y me encuentra el alma en cada esquina,
y hago silencio para seguir viajando,
para no ser descubierto, y silbo.

Lucía Serrano