jueves, 29 de agosto de 2013

UNA CERTEZA EXTRAÑA

Con tus tibias caricias en mi cuerpo, emprendo la marcha
esta mañana.
Camino mi vida recordando tiempos inmortales y sutil co-
mo un huésped en medio de la intemperie, observo el silencio.
Dejo los ojos abiertos, para no ver el mundo que sucede.
Ignorando todas las nostalgias, aumenta mi osadía, llegan-
do al interior de la mudez, indiferente y ajena para despistarla.
Este amor que te tengo, me desnuda el alma.
Quiero susurros de las noches amadas y signos para al-
canzarlas.
Suspendida cualquier sospecha, vuelvo a recordar que te amo
y como un guerrero en medio del desierto, espero sabiendo
que pasará la caravana.
Ya llegará el día donde todos soporten vernos juntos. Al-
cancemos la altanería de un amor perfecto, sin despedidas.
Si nos olvidamos no habrá oraciones que alcancen la calma.
Una certeza extraña que el amor posee, sin poder explicar-
la, supone que es posible y yo amo la ilusión que no tiene
amenazas.


LUCIA SERRANO (del libro “Blues para la Corona” 

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